En el horizonte de la ruta
los arboles saludan al viento,
me peina su invisible mano,
un oasis se evapora frente a mi
una y otra y otra y otra vez.
Las horas se espantan
por los ents en estampida
mis parpados pesan,
te veo.
Sol se va a su guarida.
Los espejismos son muchos
el agua, vos, pero no tu amor.
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PD: Este poema lo encontré garabateado en un papel,
creo saber a quien iba dirigido. Está fechado "29-6-03"
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